Organizar una boda implica demasiados detalles y genera una escala sísmica de estrés de la boda para los novios, que hace réplica en los familiares e invitados.
Los novios deben comenzar primeramente, y con sobrada anticipación, a hacer su agenda y anotar cada detalle que quieran incluir. Hacer una lista específica, y discutirla en pareja, resulta lo más conveniente.
Pedir presupuestos, y de ser posible, firmar contratos y dar depósitos para evitar que los precios suban y generen gastos inesperados. Anotar todo lo que se vaya comprando ayuda a ir descartando las cosas y tareas pendientes.
Empresas para ayudarte a sufrir menos estrés de la boda
También conviene buscar apoyo y asesoría de algunas empresas especializadas en bodas, ya que las personas que allí trabajan difícilmente dejan pasar por alto los detalles. Los precios pueden variar entre una u otra, así que pedir servicios por paquetes o combos pueden generar un ahorro de dinero.
En cuanto a los amigos y familiares que serán invitados, resulta conveniente orientarlos con sobrada antelación, respecto al hospedaje y traslado, en caso que estos tengan viajar de ciudades distantes para acudir a la celebración. Resulta incómodo que el día de la boda los novios se estresen también por esta razón, lo que sin duda aumenta el estrés de la boda.
Organizar todo con tiempo, evita a los novios peleas prematrimoniales generadas por estrés. Tener presente que el día de la boda es el más esperado, así que no vale la pena mancharlo por desorganización.
Estando ya todo listo, solo resta dar el “sí” frente al altar y lanzar el bouquet.