Al planear nuestra boda una de las citas que no debe de faltar, incluida la de la búsqueda del vestido es la del maquillaje. Es el día que la mayoría de mujeres espera que sea perfecto y todo comienza por los aspectos personales, peinado, vestido, manicure y maquillaje. Se deben de hacer citas previas y con anticipación a cada uno de estos servicios para tener el tiempo suficiente de probar estilos y cambiarlos.
Una boda son muchas cosas en que pensar desde zapatos, aretes, peinado, vestido de la novia y las damas entre muchas cosas mas. el maquillaje es algo que si bien se hace todos los días no se tiene que ver como algo secundario ya que así como nuestro peinado tiene que ser hermoso, nuestro rostro tiene que brillar camino al altar. Hay algunos factores que influyen para que el maquillaje sea un éxito o un error. Tenemos que tomar en cuenta si se tiene piel grasa, seca, morena, clara o de color medio para cada uno de estos tipos hay cierto maquillaje y técnicas que pueden servir mejor.
Día para brillar, día para celebrar
Una novia tiene que lucir radiante pero siempre manteniéndose natural sin sobrecargarse. El maquillaje funciona para corregir las ojeras causadas por el desvelo, esas imperfecciones que no queremos mostrar ese día logrando hacer que la novia luzca luminosa y hermosa. Si siempre haces tu maquillaje en el día de tu boda déjate consentir y haz que un maquillista despliegue todos sus conocimientos sobre ti, eso te servirá de igual forma para tomar uno que otro tip de estos expertos.
Para el maquillaje influye mucho el tono de piel que se tenga ya que si se es de piel clara se deben de evitar las bases muy rosadas y optar por matices de beige o tonalidades amarillentas. Si en cambio tu piel es de un tono medio entre blanca y morena no te van los tonos beige y tendrás que optar por colores cálidos. Si tu piel es morena lucirá mejor con tonos que simulen un bello bronceado. Una de las cosas que debes evitar no importa el tono de piel es evitar el abusar del blush ya que puede lucir raro si se aplica mal o demasiado.
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