Aparte de la homilía, la Hora loca de las bodas se ha convertido, en Venezuela y en otros países de Latinoamérica, en uno de los momentos más esperados de la celebración de una boda.
Como “Hora loca” se conoce al baile grupal en el que participan todos los presentes en una celebración en un momento determinado. En el caso de la fiesta de boda, novios e invitados dejan de lado el formalismo de sus trajes y comienzan a disfrazarse de personajes alegóricos para dar inicio a un baile muy particular y un tanto desordenado.
Durante la Hora loca de las bodas, todos se colocan máscaras, lentes, pelucas de colores y demás adornos temáticos relacionados con personajes famosos de historietas, cine, equipos de fútbol, muñecos, etc., y empiezan a bailar al ritmo de una mezcla de canciones incompletas, que sonarán sin parar durante una hora.
Una cadena humana
Mientras los ritmos de música varían entre salsa, merengue, rock, reggue, pop, reggaetón, entre otros, los participantes bailan y forman una especie de tren humano, para empezar a recorrer el salón donde se celebra la fiesta, como si se tratara de un enorme ciempiés. Todos se divierten, cantan y ríen mientras de fondo suena la música con alto volumen.
Eso sí, gorros, sombreros, lentes y adornos que usan los novios deben ser diferentes a los de las otras personas. Es decir, deben ser más grandes llamativos y coloridos, ya que la pareja de la noche debe resaltar por encima de todos y lucir verdaderamente bella.
Aunque se desconoce ciertamente dónde comenzó esta alocada pero muy simpática celebración de la Hora loca de las bodas, lo cierto es que también se realiza en fiestas de cumpleaños, graduaciones y aniversarios.
La idea es pasarlo bien, divertirse y poner un toque muy particular y ameno a esta importante celebración.